Desde niña, los caballos han sido mis grandes maestros y compañeros de vida. En ellos encontré fuerza, verdad y una conexión profunda que me ha acompañado siempre.
Su presencia ha sido clave en mi transformación y, hoy, compartir su sabiduría con quienes deciden trabajar conmigo es parte esencial de mi propósito.
¿Por qué trabajar con caballos?
Los caballos poseen una sensibilidad única, desarrollada a lo largo de su evolución como animales de presa. Su sistema límbico, altamente desarrollado, les permite leer nuestro lenguaje corporal, pensamientos, emociones, respiración e incluso la variabilidad de nuestros latidos cardíacos.
En cuestión de segundos, pueden interpretar si estamos en equilibrio o si nos dominan el miedo, la tensión o el bloqueo.
Este nivel de percepción hace que los caballos actúen como espejos perfectos, reflejando de manera inmediata lo que muchas veces no somos capaces de ver en nosotros mismos, comprender o verbalizar. Su respuesta nos muestra la verdad de nuestro estado interno, sin juicio, sin expectativas, sin filtros.
Reflejan la verdadera presencia
Facilitan la conexión energética y somática
Enseñan límites y respeto propio
Nos reconectan con nuestra esencia
Regulan el sistema nervioso y reconfiguran patrones emocionales
- Con nuestro cuerpo y nuestras emociones:
- Sintiendo en lugar de evadiendo.
- Con el entorno y la naturaleza:
- Recordando nuestro lugar en el mundo.
- Con los demás y con nuestra autenticidad:
- Relacionándonos desde la verdad.
¿Cómo son las sesiones con caballos?
- No se montan los caballos. Todas las dinámicas se realizan pie a tierra, permitiendo una relación basada en el respeto mutuo y la confianza.
- No es necesario tener experiencia previa con caballos. Lo único que necesitas es apertura y disposición para conectar con ellos de una manera diferente.
- Las sesiones en camilla se realizan vestidos con ropa cómoda y los caballos tienen la libertad de acercarse o no según, su percepción.
- Reconozco la sutileza de los signos de experiencias traumáticas en personas y caballos.
- Me aseguro de que cada sesión se realice en un espacio seguro y regulado, evitando posibles re-traumatizaciones.
- Aplico técnicas específicas para regular el sistema nervioso y sostener el proceso con sensibilidad y cuidado.
Según el tema que trabajemos, la sesión puede realizarse…
- En la manada en libertad, permitiendo que los caballos elijan interactuar desde su propia intuición, percepción y energía.
- En un recinto delimitado, trabajando con uno o varios caballos en un espacio contenido.

Los caballos son más que animales: son guardianes de la verdad, de la presencia y de la autenticidad.
“Si te permites escuchar lo que reflejan, pueden mostrarte lo que tu alma lleva tiempo queriéndote decir. No es magia, es biología, es energía, es conexión. Y es un camino que puede llevarte de regreso a ti misma.”